Rolex basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
Rolex cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Rolex es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
Este logo combina las formas geométricas sin que ello le reste movilidad y ligereza, el resultado es elegante pero fresco.
Rolex es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.