De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Ricard es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
Muestra ideal para ejemplificar las bases gráficas que sustentan un logotipo bien hecho.
Ricard es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.
El logo Ricard está ejecutado con tanta precisión que no resultará jamás un problema colocarlo.
Este logo es producto de las innovaciones tecnológicas que caracterizan el siglo pasado y que tanto han influido en el arte, es hijo y representante de su tiempo.
La belleza de este logotipo se basa en la justa importancia de sus vacíos dentro del cuerpo de la forma.