La belleza de este logotipo se basa en la justa importancia de sus vacíos dentro del cuerpo de la forma.
Se distingue por su extremado buen equilibrio, unido a originalidad y excelencia formal.
Este logo combina las formas geométricas sin que ello le reste movilidad y ligereza, el resultado es elegante pero fresco.
Philip Morris es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.
Philip Morris basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
Muestra ideal para ejemplificar las bases gráficas que sustentan un logotipo bien hecho.
Philip Morris cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.