Johannesburg Summit 2002 cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.
Muestra ideal para ejemplificar las bases gráficas que sustentan un logotipo bien hecho.
Se distingue por su extremado buen equilibrio, unido a originalidad y excelencia formal.
La belleza de este logotipo se basa en la justa importancia de sus vacíos dentro del cuerpo de la forma.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Johannesburg Summit 2002 es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
Johannesburg Summit 2002 es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.