La belleza de este logotipo se basa en la justa importancia de sus vacíos dentro del cuerpo de la forma.
K45 es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.
K45 cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, K45 es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
Se distingue por su extremado buen equilibrio, unido a originalidad y excelencia formal.
K45 basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
Excelente logo equilibrado pero contundente de línea clara.