Triple M basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
Triple M es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.
Se distingue por su extremado buen equilibrio, unido a originalidad y excelencia formal.
El logo Triple M está ejecutado con tanta precisión que no resultará jamás un problema colocarlo.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Triple M es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.