Se distingue por su extremado buen equilibrio, unido a originalidad y excelencia formal.
Este logo es producto de las innovaciones tecnológicas que caracterizan el siglo pasado y que tanto han influido en el arte, es hijo y representante de su tiempo.
I am not a football player es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, I am not a football player es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.