De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, St. Supery es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
St. Supery cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.
Muestra ideal para ejemplificar las bases gráficas que sustentan un logotipo bien hecho.