Smirnoff basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Smirnoff es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
Smirnoff cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.