Simpson cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.
Simpson basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
Simpson es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.
Se distingue por su extremado buen equilibrio, unido a originalidad y excelencia formal.
El logo Simpson está ejecutado con tanta precisión que no resultará jamás un problema colocarlo.